sábado, 11 de marzo de 2017

El baile de los malditos

Si, lo dice el pibe del delivery, los taxistas, y hasta el chino del supermercado: El gobierno no puede aspirar a mas de lo que sacó en 2015 en la primera vuelta.
El comportamiento más confrontativo desde el discurso y cierto abandono del machaque berreta del ajuste por un gradualismo y mas aun, por un populismo a lo K tiene que ver con haber perdido toda esperanza de rondar un 50% y querer al menos asegurarse un 35% consolidando su núcleo duro.
Salta ahora (el diario del lunes es así, no sale los domingos) que la madre de todos los errores políticos que cometieron fue haber optado por el gradualismo en el 2016 cuando toda la ciencia política dice que la bomba atómica se tira el primer día.
El gobierno, dicen, te cae un día cualquiera, el poder hay que tomarlo inmediatamente después. Cuando fueron a buscar el shock en el 2017 se encontraron a una sociedad "patrullante" que los abortó a fuerza de movilización, redes sociales, encuestas y focus group.
Ahora prueban la tercera vía: Esta todo suspendido hasta el 1º de noviembre. Es tal el grado de desconcierto y aturdimiento ahi arriba que ademas lo dicen por los diarios y todo se vuelve una, como dicen los franceses, "melange" donde un presidente trata de ir a tres velocidades a la vez diciendo lo que cree que cada sector quiere escuchar. Tema en el que tampoco suele acertar.
Con un 35%, que sería quizás lo esperable (HOY) conjuran el fantasma de una derrota estrepitosa que los arroje del poder, y aloje a los mas ricos en Miami y a los mas pobres en una celda pero no alcanza para dar vuelta una debilidad legislativa que los deja inermes en la segunda parte del mandato ante las dentelladas de sindicatos, empresarios, rurales, urbanos, medios, oposición y hasta sus aliados
Del otro se despliega la misma estrategia pero invertida como en un espejo. El núcleo duro esta consolidado (y Macri contribuyó mucho a eso) y nadie imagina a Cristina sacando mucho menos del mismo 35%. Niveles que fueron derrotas en 2009 y 2013 pero que hoy alcanzan cómodos para sobrevivir. Con la existencia garantizada las preguntas pasan por donde expandir. ¿Sirve sumar a cualquiera? Ganar no es poca tentación pero el 2019 esta ahí nomas como para poner hoy, sin necesidad, como aquella costurerita que dió el mal paso, a incubar los huevos de una serpiente.
El problema lo tiene Massa. Con los dos contendores principales tirando de la cuerda no le ha quedado espacio para ensayar mas gestos. Aunque ha pasado desapercibido, en parte por su insignificancia política, su semana fue peor que la de Macri.
Tenia una CGT y ahora no tiene nada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente!! Mejor análisis imposible.