jueves, 8 de mayo de 2008

Diagonal

En estos tiempos difíciles vuelven como en el tango ramalazos de historia reescrita.
Uno recuerda al gobierno de Frondizi como el del que tenia un discurso desarrollista mientras los Alsogaray pagaban con bonos. También como aquel que escribía una cosa en los libros y hacia otra cosa en el sillón de Rivadavia.
En fin, un impostor, al que le podemos dar algún perdón en nombre de la realpolitik y, quizás, las buenas intenciones.
Después, nada, encadenó un fracaso atrás de otro.
Por si fuera poco se metió en un intento democratizador confiando en que era imposible que un gobierno tan copado como el suyo perdiera y contando a su favor con siete años de escarnio del régimen del Tirano Prófugo y no va y le gana un sindicalista peronista.
¿La respuesta del estadista? Anular los comicios y de paso abrir un abismo a sus pies.
Pocos días después era desajolado de la casa de gobierno y confinado en Bariloche.
Ahora dicen que era un capo.

1 comentario:

Diego F. dijo...

Totalmente de acuerdo con su post Baleno, y agregaría el plan Conintes...
Abrazo